martes, 13 de noviembre de 2012

CONTRA LA VIOLENCIA Y LA FEMINIZACIÓN DE LA POBREZA






La crisis actual, en España y en otros países hermanos de la UE, no es sólo una crisis económica, es una crisis ideológica que agrede a las personas más desfavorecidas y, cómo no, a las mujeres.

Los recortes de los servicios sociales, con el cierre de las casas de acogida,de los puntos de encuentro, los deshaucios, el recorte en centros infantiles y educación, la paralización de la ley de dependencia, la supresión o recorte de plazas subvencionadas en centros de personas mayores o discapacitadas, afecta especialmente a las mujeres, tradicionalmente cuidadoras.Pretenden recluirnos en nuestra casa.

La reforma laboral, afecta especialmente a las mujeres que siempre hemos tenido los trabajos más precarios, la mayoría de las jornadas a tiempo parcial, los sueldos más bajos.

En el único sector que teníamos igualdad de derechos laborales, hombres y mujeres, era en el funcionariado. Con los recortes, la supresión de paga extraordinaria, la no reposición de plantilla, se está deteriorando la situación económica de una clase media que no hará sino contribuir al descenso del consumo y la consiguiente recesión económica.

Por otra parte, sufrimos una involución, que afecta especialmente a los derechos y conquistas de las mujeres. 

El machismo cada vez más explícito de nuestros gobernantes, que pretenden derogar la Ley del aborto, imponer la custodia compartida, incluso cuando el excompañero fuera un maltratador, el reconocimiento del llamado Síndrome de Alienación Parental, las declaraciones ofensivas de nuestros gobernantes, la exaltación propagandística de la mujer como modelo de épocas pretéritas, la invisibilización de las mujeres, la separación entre niños y niñas en los colegios, la modificación de la educación para la Ciudadanía, forman parte de la violencia estructural contra las mujeres que subyace en nuestra sociedad como formando parte del paisaje.


También recortan el espacio privado de las mujeres atentando contra la libertad y los derechos sexuales y reproductivos, ni pastilla del día después, ni educación sexual… ni el derecho legitimo a decidir sobre nuestro cuerpo y nuestra maternidad.

Todo ello junto al modelo de crecimiento económico del PP, la feminización de la pobreza, nos quiere relegar a madres, esposas o prostitutas.
 ¿Qué pasará con las mujeres  lesbianas denostadas por la Iglesia y los medios más conservadores?

¿Y con las mujeres con discapacidad, las inmigrantes, doblemente discriminadas?
Creo que es el momento de luchar por nuestros derechos, que tanto nos ha costado conseguir, en una revolución, la única hecha sin más violencia que la que se ha ejercido contra nosotras.

Ni un paso atrás:

- Defendamos  los servicios sociales y el incremento del gasto en políticas de igualdad y en contra de la violencia de género.

-Luchemos por la corresponsabilidad en la vida familiar y la necesaria reducción de la jornada laboral,el mantenimiento de los salarios y las prestaciones sociales; por una educación no sexista.

Salgamos a la calle cuantas veces sea necesario con nuestros compañeros para reclamar la Igualdad de derechos de toda la ciudadanía y, el día 25 de Noviembre, día contra la Violencia hacia las mujeres, especialmente, por la Igualdad entre hombres y mujeres.



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