sábado, 23 de mayo de 2015

¡Ay, los hombres!



En esta tarde de reflexión, me he topado con un vídeo de mi admirada, por graciosa e inteligente, Irantzu Varela en su mini programa de El Tornillo, en el que habla de los machunos.
Imposible emularla, pero su vídeo me ha llevado a una reflexión que quiero dejar en esta página, por simple entretenimiento, y porque me he acordado de ciertos personajes de esta mi querida ciudad que responden a esta tipología.

Hay hombres,hay machos, hay machistas y hay MACHUNOS.
Los hombres son personas que tienen pene, independientemente de su orientación sexual.Actúan como como personas normales y, de no ser por su aspecto físico y quizás su indumentaria, no sabríamos a qué sexo pertenecen.
Hay machos.Son hombres que , por si alguien lo duda,se reafirman como tales continuamente y exhiben su condición  masculina, de la que se sienten especialmente orgullosos desde que su madre los trajo al mundo y le dijeron: Has tenido un machote. ¡Ole sus huevos!
Hay machistas.Conscientes de los privilegios que la sociedad patriarcal les ha otorgado, luchan por mantenerlos, bien con métodos agresivos o bien con la actitud del llamado "machismo benevolente. Los que hacen la paella los domingos, en el colmo del igualitarismo. Los que "defienden" a las mujeres, especialmente a las "suyas" y hacen pequeñas concesiones a las mujeres porque se consideran civilizados o progres. Los típicos que dicen "yo ayudo" en las tareas domésticas.

Pero los más graciosos son los machunos.
Son esos machos y machistas viscerales a quienes les pone de los nervios las feministas y sus logros. Los que se agarran a una denuncia falsa de violencia machista como a un clavo ardiendo, los que arremeten contra cualquier indicio de modificación lingüistíca no sexista; los que se cabrean con las mujeres que proclaman "mi cuerpo es mío", los que quieren perpetuar, por tradicional, el ejercicio de la prostitución.
Y dentro de esta categoría, los hay brutos, primarios, sinceramente procaces. Son los aficionados a los chistes de suegras, monjas y parientas que celebran con alegres risotadas.
Y hay machunos ilustrados, pseudo-intelectuales, que apelan a la Real Academia de la Lengua, que torturan las estadísticas, que coleccionan citas bíblicas o literarias para argumentar sus diatribas sobre las mujeres libres o feministas, a las que califican de "hembristas" o "feminazis".
Están encantados de haberse conocido a sí mismos, y de poder tener un espacio en los medios: periódicos,internet, radio o televisión donde exponer sus argumentos.
Se sientes encantados de que una panda de admiradores, tan machunos como ellos,comenten sus manifiestos misóginos.
Y sobre todo de que alguna mujer, inocentemente, le entre al trapo, y servirle en bandeja la polémica.
A estos, ni agua.
Yo me quedo con los hombres.