martes, 6 de diciembre de 2011
MAL SABOR DE BOCA
Decía que el pasado Pleno del mes de noviembre, me había dejado mal sabor de boca.
No porque se haya aprobado la construcción de una granja de pavos(28.000) en las inmediaciones de nuestra ciudad.
No porque se haya permitido solicitar préstamos ICO y a la Diputación para pagar a proveedores y deudas de la Seguridad Social, que siempre es mejor deber dinero a los bancos que a la ciudadanía, a las pequeñas y medianas empresas.
Menos aún por haber aprobado un Plan de Energía Sostenible que contempla medidas encaminadas a reducir las emisiones de CO2 y ahorrar energía.
Tampoco por haber aprobado rotular una zona ajardinada de nuestra ciudad con el nombre de Manuel Guisado Cano, insigne dramaturgo fallecido hace ahora 40 años, que bien se lo merece.
Lo que me ha indignado y dejado ese mal sabor de boca del que hablaba es que, estando el salón de Plenos lleno de personas con graves dificultades económicas: trabajadores parados que piden que se cumpla el acuerdo de Abengoa de emplear a personas de Écija a cambio de la condonación de impuestos por valor de 1.200.000 euros, y otros y otras que, trabajando, llevan dos meses sin cobrar, los portavoces del partido en el Gobierno y los del Gobierno anterior, se enzarcen en un rifirrafe vergonzoso, a la altura de los espectáculos que lamentablemente se pueden ver continuamente en la televisión y que calificamos de basura.
¡Qué vergüenza! No me extraña que haya gente que piense que la política es despreciable, confundiendo lo que es política con lo que es demagogia, populismo o marketing.
La politica es algo más serio: es que entre todos los grupos representantes de la ciudadanía se intente resolver los problemas, controlar los desmanes y velar por la transparencia de las medidas adoptadas por quienes en el Pleno representamos a los ecijanos y ecijanas.
Sinceramente, me gustaría que no se repitiera.
Sé que a veces es difícil hablar con quien no quiere entender, pero siempre hay que intentarlo y sin perder los nervios.
Écija, como tantas otra ciudades y pueblos, está pasando por unos momentos terribles, como consecuencia de lo que alguien ha llamado el dragón insaciable del capitalismo, pero es hora de buscar soluciones, hacer propuestas, unir voluntades.
¡Qué difícil! ¿No?
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