Después recortes en Sanidad, en Educación, en atención a la dependencia, en investigación y desarrollo,en energias renovables...
Después de corrupción tras corrupción financiera y urbanística, de pagar con nuestro dinero a los bancos, de vender nuestro patrimonio artístico, ambiental y urbanistico...
Después de echar a la calle a personas que no pueden pagar su vivienda, al paro a millones de españoles y españolas, al extranjero a nuestra juventud, científicos y científicas...
Después de amnistiar a los poderosos, quitarles impuestos a las grandes empresas, a los dirigentes de la Iglesia católica..
Después de quitarle el derecho a la Sanidad a las personas de otro país, de amenazarles y disuadirles o no, con cuchillas en las vallas de recibimiento, de negarles las ayudas solidarias en su país de origen...
Después de todo eso, no quieren que protestemos siquiera e imponen una Ley , mal llamada de seguridad ciudadana que claramente nos retroatrae a las etapa oscura del franquismo.
Y no contentos con eso, ahora atacan a la mitad de la población, a las mujeres, en lo único que muchas tienen: su cuerpo.
Pretenden imponer una Ley llamada de Protección de la vida del concebido y de los Derechos de la Mujer embarazada.
Pretenden hacernos creer que, como en tiempos del nacionalcatolicismo, que las mujeres somos eternamente menores de edad, que nuestro cuerpo es una máquina de concebir criaturas queramos o no, y, encima, quieren hacernos ver que lo hacen para proteger nuestros Derechos, eso ya es el colmo.
Miren: no voy a entrar en discusiones científicas, reconozco no estar preparada, ni teológicas,que no me interesan, pero que respeto profundamente.
Pero el más común de los sentidos nos dice que un huevo no es una gallina; que una nuez no es un nogal; que una semilla no es un árbol, lo mismo que un espermatozoide, ni un cigoto, aún teniendo vida, no es una vida humana.
Vida tienen las células de nuestras uñas, y las cortamos.Vida tienen las células cancerosas y gracias a la investigación, en muchos casos, conseguimos eliminarlas.
Dicen que esta Ley es una concesión a la Iglesia y a las organizaciones pro-vida.
¿qué Iglesia? La de Monseñor Rouco Varela? La del Opus Dei? porque la Iglesia como comunidad seguidora de la doctrina de Jesucristo,la iglesia de los pobres, sí es pro- vida.Pro- vida de las mujeres que son violadas y obligadas a casarse con sus violadores, pro-vida de las personas que no tienen medios de vida con las que se solidarizan, pro- vida de los niños y niñas víctimas de las guerras o las catástrofes medioambientales, pro-vida de las mujeres prostituidas y víctimas de violencia machista.
Si es por complacer a "la Iglesia", ¿Por qué no prohiben el condón, la usura, el matrimonio civil, la homosexualidad, el adulterio? ¿por qué no convierten los considerados pecados de la Iglesia, en delitos lo mismo que quieren hacer con la interrupción del embarazo? Miedo me da decirlo, pero no creo que se atrevan.
No es esa la razón.
Dicen que lo que pretenden hacer con esta Ley es proteger el derecho a la maternidad de las mujeres.
¿Qué entienden por maternidad? ¿Traer hijos al mundo? ¿Para darlos en adopción, en acogida o venderlos? ¿Para condenarlos a pasar necesidades, o a una vida de sufrimiento en el caso de que sufran una grave enfermedad o discapacidad, sin tener, además la garantía de que van a disponer de los cuidados sanitarios y sociales necesarios?
Si eso es lo que entienden por maternidad, ese derecho está más que garantizado.
Todavía no se ha dado el caso de que se le prohíba a una mujer ser madre aunque no esté preparada, aunque lo tenga que hacer en soledad, aunque quiera dedicar su vida a cuidar a una persona enferma, aunque esté condenada a no poder llevar una vida profesional, autónoma e independiente.
La maternidad no es un destino irrenunciable de las mujeres. La mujeres no somos incubadoras.
La maternidad es un proyecto voluntario de vida pensado y preparado para que esa vida y la nuestra, sea lo más satisfactoria posible y con garantía de una calidad aceptable.
Por eso, aún deseándolo, muchas mujeres no pueden ser madres, porque la sociedad, sus circunstancias, la situación de indefensión social no se lo permite.
De verdad que no entiendo la finalidad este proyecto de Ley.
El 80% de la población española está de acuerdo con la Ley actual; muchas teólogas y la organización cristiana "Por el Derecho a decidir", también.
Incluso miembros de partidos conservadores se niegan a admitirla.
La mayor parte de los psiquiatras se niegan a ejercer de futurologos prediciendo las consecuencias psicológicas que puede tener para las madres la interrupción del embarazo, y dicen muy atinadamente: ¿Es que tener una criatura no deseada no tiene consecuencias psicológicas para su madre? Se niegan a convertirse en tutores o jueces morales de las mujeres,
¿Saben los sabios legisladores que en el mundo se producen 20 millones de abortos inseguros que tienen como consecuencia la muerte de la madre en 70.000 casos de ellos?
Hago mías las palabras de Mar Grandal, presidenta de la Asociaciación Católicas por el derecho a decidir: "Esto es signo de que el patriarcado está herido y, ante eso, lo que hace es atacar de nuevo.Estamos de nuevo respirando Nacionalcatolicismo"
Y las del escritor Juan José Millás: "El dios colérico del franquismo se ha colado en el Consejo de ministros y en el Parlamento, en la educación y la sanidad,y ha metido la patita para meterse en la vida privada de cada uno de nosotros (y nosotras).Ya está aquí, asomando la patita , tomando decisiones sobre nuestros cuerpos, sobre el cuerpo de las pobres, para decirlo todo. Las ricas podrán continuar viajando a Londres con indulgencia plenaria".
A veces pienso que es una cortina de humo, creada para que nos olvidemos de la situación penosa en que se encuentra España.
No hay que darle más vueltas: Nuestro cuerpo es nuestro. Nosotras parimos, nosotras decidimos.
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